Hola, soy David, CEO y cofundador de VenVe.
Puede que suene a que soy un tipo importante, pero para nada. Es más, ni siquiera tengo despacho propio.
Pero no estoy aquí para hablar de mí, sino para contarte nuestra historia.
Hace unos años, estaba en mi despacho en unas oficinas de obra.
Se trataba de un proyecto grande, de los que salen en la prensa y los inauguran ministros y presidentes autonómicos.
Allí estaba sentado tranquilamente cuando recibí una llamada inquietante.
Era mi jefe.
Me llamaba para adelantarme que la compañía me iba a hacer una oferta que no podía rechazar: gestionar la construcción de un parque eólico en Canadá.
Cuando me repuse del susto inicial, comencé a pensar en el proyecto con especial ilusión.
Siempre me motivaron los retos y el de irme a un lugar en el que los pingüinos usan anorak tenía todos los ingredientes para gustarme.
Además, las condiciones eran muy buenas.
Las económicas, las meteorológicas no tanto.

Una vez allí, me encontré con un compañero que venía de hacer obras en otros países y traía una metodología que inicialmente me pareció un coñazo: llevar un pequeño diario de obra.
Pero con el paso del tiempo le fui pillando el punto al diario.
Al final, dejó de ser una tarea aburrida para convertirse en algo importante.
Me di cuenta de que al llevar el diario teníamos una mayor trazabilidad de los trabajos realizados, se fomentaba la participación de todo el equipo en la construcción, se tenía más información y estaba mejor ordenada.
Y eso ayudaba, y mucho, en la toma de decisiones.
Después de este proyecto, el trabajo me llevó a otros países y la metodología del diario de obra me acompañó.
Años más tarde, conocí a Juancho.
Tenía en marcha una aplicación que quería comercializar y me puse a echarle una mano con ello. Habíamos congeniado y, lo más importante, me pareció un gran tipo.
Le pusimos mucho empeño y la cosa estaba funcionando en bastantes aspectos, pero fallaba en el más importante.
No nos daba beneficios.
Estuvimos dando una vuelta a todos los procesos durante bastante tiempo, analizamos todas nuestras ventajas competitivas, competencia, modelo de negocio, etc.
Pero aquello seguía igual.
Entonces me acordé de Canadá, del frío y del diario de obra que empecé a enviar en aquella época y que continué usando en los siguientes proyectos que gestioné.
Teníamos la tecnología adecuada para hacer el proceso de registro del diario de obra de manera más rápida, simple y efectiva.
Solo había que hacer algunas modificaciones.
Lo comenté con Juancho y adaptamos la plataforma para que pudiera servir a las diferentes figuras que están involucradas en proyectos de construcción.
Contactamos con posibles socios y con potenciales clientes, y les planteamos el proyecto que teníamos entre manos. Unos cuantos locos decidieron acompañarnos y apostar por ello.
Así nació VenVe.
VenVe no es solo una herramienta, es todo un equipo a tu servicio.
Las caras visibles somos Juancho y yo.
Pero detrás de nosotros hay todo un equipo.
Personas que pelean a diario para hacer de VenVe la plataforma que permita que técnicos, encargados, capataces, operarios, administrativos, topográfos, seguridad o calidad, puedan comunicar todo lo que sucede en una obra de forma fácil y rápida.
Manuel, Pedro, Sofía, Alberto, David, Raquel, Mónica, Juan Carlos, Roger, Pablo, Jaime, Sara, Rubén, Alfonso o Laura se implican día a día en hacer que tu experiencia en nuestra plataforma sea lo mejor posible.
También estás tú, claro.
Porque sin usuarios que nos trasladen sus dudas y sus propuestas, ni nuestra herramienta ni ninguna otra podría evolucionar.
Y ese es nuestro fin: hacer que la vida de nuestros clientes sea un poco más sencilla.
Queremos hacer de VenVe la herramienta que se convierta en tu mejor colega en las obras.
¿Nos ayudas?